Dibujar, para mí, es una manera de contar historias.Y con frecuencia la misma Historia nos regala los argumentos más fascinantes. La increíble aventura de la primera vuelta al mundo reúne todos los ingredientes para el mejor guión cinema- tográfico o la trama de una fabulosa novela.Y aún más emocionante, si la acción se sitúa en el primer capítulo en dos ciudades andaluzas en las que vivo y disfruto.

Dibujar el marco urbano donde transcurre la acción, requiere una inmersión total. Sumergirse en la más profunda documentación, bucear los rastros y huellas de la historia en calles y edificios, imaginar, reconstruir y a veces, inventar para establecer una conexión entendible de las imágenes con el lector.

Dibujar la historia de Sevilla y Sanlúcar a comienzos del siglo XVI me ha permi- tido trabajar en permanente viaje de ensoñación, y poder saborear el presente cada vez que bajo del metro en Puerta de jerez o subo la cuesta de Belén.

Arturo Redondo