Lunes, 22 de Noviembre
Pues, aunque nos encontremos errando sobre las olas, en mitad de este inmenso y desolado páramo oceánico, comprobamos que también aquí aplica el viejo refrán que dice “no todo el monte es … orégano”. Los maravillosos vientos del SE de 15-20 nudos, que nos hacían volar sobre el agua, definitivamente nos han abandonado. Rolando al ENE, su intensidad ha decaído por debajo de los 8 nudos lo que, unido de nuevo a una ola transversal de magnitud considerable, somete a la arboladura a un castigo inmisericorde. Tras aguantar algunas horas en esa situación, decidimos recoger la génova y navegar a motor rumbo al oeste, en busca de mejores condiciones de viento. Y así hemos conseguido pasar una noche relativamente tranquila.
Al amanecer, con vientos ya de 10-12 nudos, decidimos parar la máquina y retomar la navegación tradicional, arrumbando al 280º. No es el rumbo que nos gustaría, pero no queremos castigar más al Pros. Ya volverán los vientos ahora añorados. O quizás no.
El tempranero desayuno en el Pros, casi siempre coincidente con los alegres momentos de la salida del sol, es momento de optimismo que reúne a gran parte de la tripulación y es siempre ocasión de interesantes tertulias, previas a los quehaceres diarios. La de hoy ha versado sobre la expedición de Álvaro de Mendaña, que, en dos ocasiones, surcó estas mismas aguas en búsqueda de las minas del Rey Salomón. En la primera descubriría las islas a las que ahora nos dirigimos y que llamó Marquesas de Mendoza, en honor a su patrocinador, el marqués de Cañete. En la segunda arribaría a las que bautizó como Islas Salomón, donde, frustrado por no encontrar las ansiadas minas, dejaría allí la vida como consecuencia de unas letales fiebres. A partir de ahí, su ya viuda, Isabel Barreto, asumiría el mando de la expedición, logrando la marca de haber sido la primera mujer almirante de la historia. Su excesivo autoritarismo, rayano en el despotismo, y su insolidario comportamiento con la tripulación (hacía lavar sus ropas con agua dulce, mientras su tripulación se moría de sed), justifica por sí mismo el olvido al que la historia la ha condenado.
Agotado el tema de Mendaña y Barreto, la conversación dio un brusco giro y, pasando del mar a los cielos, se especuló sobre las razones de la fascinante atracción que ejerce el cielo nocturno y sobre cómo desde el principio de los tiempos el hombre ha mirado al cielo con respeto y con temor, pero también con la curiosidad que siempre sentimos hacia lo desconocido. De esa observación surgió el aprendizaje y con esos conocimientos nacería la Astronomía y sus múltiples aplicaciones a la vida diaria. Al final, terminamos hablando sobre la investigación espacial y las muchas ayudas que esa tecnología nos brinda en estos momentos: posición, cartografía, meteorología, comunicaciones y tantas más.
Ahora cruzamos la longitud 127º 30’W, entrando en un nuevo huso horario, actualizamos la hora del reloj de bitácora: GMT-8 (nueve horas menos que en España)
Entretanto, el departamento de I+D+i del Pros, persiste en su incansable porfía con las bombas, en la esperanza de que alguna recobrará en breve su perdida funcionalidad. La de proa parece que da algún signo positivo … Veremos.
El viento continúa testarudo, pero seguimos navegando a vela. Nuestro entusiasmo por llegar antes de lo planeado a las Marquesas se desvanece levemente. Quizás mañana lo recuperemos.
Océano Pacífico, 3º 43,356’S – 128º 25,175’W
Pepe Sola