2021/12/12
Durante toda la jornada continuamos con las mismas condiciones de navegación que el día de ayer, esto es, viento de entre 15 y 20 nudos del este que nos empuja por el largo-aleta de babor, con mar tirando a gruesa que el Pros amortigua con la destreza y confort a los que nos tiene ya acostumbrados, y puesto que seguimos con el rizo que tomamos ayer, la escora es más que soportable, mientras la velocidad permanece en el entorno de los 8 nudos. Nubes y claros alternados durante el día que nos regala una paleta de colores magnífica del océano, el cielo y los siempre sorprendentes horizontes. En definitiva es otro día precioso para seguir disfrutando de esta etapa.
Hemos decidido que el primer atolón a visitar sea el de Kauehi, principalmente por la más fácil accesibilidad para el primer contacto con los numerosas formaciones de Tuamotu y además nos queda relativamente de paso. A las 13:30 arrumbamos a 206º para llegar mañana por la mañana tras recorrer las 142 millas que nos separan. Cabe recordar aquí que un atolón no es otra cosa que un viejo volcán cuya caldera ha quedado sumergida parcialmente de manera que forma un lago interior. La mayor parte del terreno que queda por encima de la superficie del agua es muy estrecha, apenas unos pocos cientos de metros, en algunos casos poblada con árboles, fundamentalmente cocoteros, y rodeada por las formaciones rocosas normalmente forradas de material coralino a lo largo de su perímetro, que les sirve de barrera frente a las acometidas del océano. En muchos casos esta laguna tiene una o dos entradas navegables, por la coincidencia de que una pequeña parte de la cadena de roca que forma el Atolón está unos pocos metros por debajo del nivel del océano. La entrada al atolón debe hacerse teniendo en cuanta la estoa y las mareas pues en ocasiones pueden presentarse corrientes de 5 a 10 nudos que han de negociarse con destreza. La profundidad varia de varios cientos de metros en el océano a súbitamente 10 o 20 metros en la entrada para volver a pocas decenas en el resto de la laguna donde además hay que evitar los numerosos obstáculos rocosos y coralinos que no aparecen necesariamente en todas las cartas náuticas. Hemos estudiado en profundidad todo el material de que disponemos sobre estos atolones para entrar con seguridad en el mejor momento cercano a la estoa.
Hemos celebrado además el cumpleaños de Arancha con un buen asado y cava guardado para ocasiones especiales. Por la noche hemos conseguido hacer nuestra primera pizza artesana a bordo del Pros. Bonito colofón para un gran día a la espera de disfrutar de la experiencia de Kauehi
Jose M. Montejo