2022/03/26
Todo empezó en 1808, con la entrada en España de los ejércitos de Napoleón, el emperador. La invasion llevó al colapso de las estructuras del régimen absolutista. El entramado de la monarquía borbónica se vino abajo, empezando por el rey Fernando VII, retenido en Francia por Bonaparte. En este vacío de poder, en medio de los enfrentamientos entre las tropas imperiales y la gente del país, surgieron las juntas locales y provinciales, organizadas en juntas supremas (regionales), que condujeron a la creación en septiembre de 1808 de la llamada Junta Central. Esta última, en ausencia del rey Fernando VII, devino en una suerte de gobierno provisional, integrada por treinta y seis vocales de las juntas provinciales. Se instaló en Aranjuez, pero, en diciembre de aquel año, ante el avance de las tropas de Napoleón, se retiró a Sevilla.
La Promulgación de la Constitución de 1812, obra de Salvador Viniegra (Museo de Las Cortes de Cádiz)
Cuando Andalucia quedo invadida por las tropas francesas y el ejército español, disperso y en retirada, no contaba ya, la Junta Central abandonó Sevilla y se trasladó a la Isla de León (actual San Fernando), que enseguida se convertiría en baluarte de la resistencia española contra el invasor. Los poderes de la Junta fueron traspasados a un Consejo de Regencia, que asumió, no sin reticencias, la convocatoria de Cortes, una institución de corte medieval que había entrado en desuso con el afianzamiento del absolutismo. La apertura de la asamblea tuvo lugar finalmente en septiembre de 1810, en el teatro Cómico de la Isla de León, ante de trasladarse en enero de 1811 a la iglesia de San Felipe de Neri, ya en Cádiz.
La relevancia de lo que ocurrió en Cádiz no se puede ignorar. La Constitución liberal allí alumbrada tendría una vida muy efímera pero, sin embargo, sería capaz de iluminar e inspirar los movimientos liberales tanto españoles como de otros lugares del mundo que serán los protagonistas de los cambios sociales a lo largo del siglo XIX.
El 19 de marzo de 1812, día de San José, se aprobaría por los diputados la Constitución de Cádiz, que popularmente sería bautizada como “La Pepa”