2021/02/25
Cuando llegaron los españoles, la civilización maya arrastraba ya un largo periodo de decadencia. Las primeras grandes ciudades mayas se desarrollaron en la cuenca del Petén, en el extremo sur de la península de Yucatán, entre los años 600-350 a. C. Petén constituyo el centro de la antigua civilización maya durante el periodo denominado Clásico (250-900 d. C.). Sin embargo, las grandes ciudades que dominaban Petén habían caído en la ruina hacia el comienzo del siglo X, con el inicio del colapso maya del periodo Clásico, debido a razones todavía no bien conocidas.
A principios del siglo XVI, la península de Yucatán aún estaba dominada por la civilización maya. Dividida en una serie de provincias independientes que compartían una cultura común, los territorios variaban en su organización socio-política interna. Maní y Sotuta eran las entidades políticas más importantes de esta región, aunque hostiles entre sí. Los xiues de Maní se aliaron con los españoles, mientras que los cocomes de Sotuta se convirtieron en los implacables enemigos de los colonizadores europeos.
Los mayas se extendían por los territorios de los actuales estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, en México y por Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.
No fue sencillo someter a los mayas. Para los españoles, la conquista de su territorio fue un conflicto prolongado; los reinos mayas se resistieron a la integración en el imperio español con tanta tenacidad que su derrota final llevó casi dos siglos. Si bien los itzaes y otros grupos mayas de las tierras bajas de la cuenca del Petén habían entrado en contacto con Hernán Cortés tan pronto como 1525, se mantuvieron independientes y hostiles a la invasión española hasta 1697, cuando un ataque decisivo de los españoles, dirigidos por Martín de Urzúa y Arizmendi, finalmente derrotó al último reino maya independiente.
Es importante destacar que este pueblo precolombina generó una de las culturas más desarrolladas de toda América, cuyo esplendor se muestra en una escultura y pintura exquisitas, en sus bellas ciudades engullidas por la jungla, en sus elevadas pirámides y en un alto nivel de desarrollo científico. Las mediciones de su calendario eran de una extraordinatia precisión. No en vano los mayas son el único pueblo precolombino con una escritura verdaderamente desarrollada, expresada en jeroglíficos cuyo contenido está lejos de haberse descodificado por completo.
Con la contribución de Miguel Rivera Dorado, Profesor de arqueología americana de la Universidad Complutense de Madrid y la de Manuel Ballesteros Gaibrois, Catedrático de Historia de América Prehispánica de la mima universidad, ofrecemos hoy :