2021/08/23
El largo y fructífero reinado de Carlos III terminó cuando los aires de cambio revolucionario se afanaban por brotar en Francia. Su hijo Carlos IV, siempre comprometido con la defensa de la dinastía Borbón, pronto tuvo ocasión de preocuparse por el futuro de su primo Luis XVI y por el suyo propio. La política de su reinado heredó en primer lugar a las figuras principales del período de su padre, Carlos III: Floridablanca, en primer lugar y el Conde Aranda, después, designado este para aplacar a la belicosa Francia. La figura más notable de su reinado, sin embargo, fue su ministro Manuel Godoy, en quien tanto el rey como su esposa Maria Luisa de Parma, depositaron toda su confianza frente a las disputas de “golillas” y arandinos.
La familia de Carlos IV, por Francisco De Goya (Museo del Prado)
Los importantes acontecimentos que tienen lugar durante su reinado, en el marco de la Revolución francesa, no pueden ignorarse de ninguna manera. En realidad, la huella que la Revolución francesa deja en España, tras la invasión napoleónica y el largo y penoso período de la Guerra de Independencia, marcarán el devenir posterior del nuestro país.
Tras una introducción a la Revolución Francesa, ya publicada en días pasados, resulta oportuno ahora pararse en el reinado de Carlos IV, antes de proseguir con el relato de la Revolución, siendo como son acontecimientos coetáneos.
La entrada de hoy corresponde a la colección Biografías de la Real Academia de la Historia y su autor es el académico Carlos Seco Serrano.