19 de febrero de 2020

MiriamNoticias desde el PROS, Novedades

19 de febrero de 2020.
Pros en Paso Tortuoso.
53º 32,03’S – 72º 35,17’W.

Navegamos de nuevo.
Tras dos días de asueto, bien aprovechados para el relax de la tripulación, labores de mantenimiento, extensas y sugestivas tertulias, contemplación de esta preciosa y solitaria bahía en pleno fin del mundo y con una intensa pero disimulada emoción por los sombríos pronósticos de lo que Francis Beaufort dio por llamar fuerza 10 o temporal duro, navegamos de nuevo. La elección de la bahía Tilly, como resguardo para estos fuertes vientos con rachas anunciadas de 65-70 nudos, ha sido un completo acierto. El Pros, fondeado a barbas de gato, ha aguantado serenamente al socaire de una elevada colina que nos resguardaba de los duros vientos del O y NO. Finalmente, hoy los 1018 mbar de nuestro barómetro nos confirman que la depresión ha pasado, como anoche ya nos anunciaban los nuevos Grib’s. El sol surge radiante entre los escasos claros que las nubes le permiten y llena la bahía de una luz increíble.

Despertar a ritmo de habanera y, tras disfrutar de un copioso desayuno, inicio de la maniobra de arriado del ancla. Maniobra que se torna muy complicada, pues una brusca caída de toda la cadena con violenta parada final nos ha inutilizado el molinete del fondeo. Izar el ancla con 70 metros de cadena y con el molinete fuera de combate, exige imaginación, esfuerzo y paciencia.

Dos cabos llevados a sendos winches de las escotas del génova, jalados alternativamente para izar y asegurar la cadena, en cortos tramos de apenas 2 metros, han hecho posible recuperar finalmente ambos fondeos. Pero el tramo final se ha visto de nuevo complicado con la aparición de uno de esos monstruos marinos que tanto temían los navegantes de antaño … En efecto, un gigantesco manojo de feroces algas emergía de los fondos con nuestra ancla como pretendiendo arrastrarla hacia las profundidades y con ella quien sabe si al barco y a sus tripulantes. Un feroz combate entablado entre nuestro chef Alberto, maestro en el manejo del cuchillo y ese monstruo del Averno, ha conseguido liberarnos finalmente y el Pros ha enfilado triunfante la salida de esta preciosa bahía.

Ahora navegamos atravesando el Paso Tortuoso, de enigmático nombre que no hace justicia a la belleza del paisaje que le rodea. Las únicas preocupaciones de la tripulación se centran hoy en asuntos tan nimios como la posible escasez de víveres y en las efímeras reservas de agua.

Puerto Montt nos espera.