Noticias desde el Pros.Domingo, 14 de noviembre

Emma OlazabalNoticias desde el PROS, Novedades

2021/11/17

Domingo 14 de noviembre

Con el 14 de noviembre llegó el primer domingo de la etapa Galápagos a Marquesas. Habíamos navegado ya en seis días un tercio de su recorrido, 1.050 millas, con una velocidad media de 7,5 nudos. Si se mantenía este ritmo, podríamos arribar a la primera isla en las próximas dos semanas.

Esta noticia fue suficiente motivo para celebrarlo con unos sabrosos espaguetis que preparó Chemi, con ayuda de Eduardo, y una dulce piña, comprada en el mercado de Puerto Baquerizo Moreno. El pan, elaborado en el Pros el día anterior, sirvió de acompañamiento regado por un riquísimo aceite de oliva extra-virgen andaluz, enriquecido con guindillas y ajo, idea de Pepo. De madrugada, Arantza dio buena cuenta del último guineo de las cinco cajas que nos regaló nuestro apreciado y querido cónsul honorario en Guayaquil, Pedro Rizzo, que tanto se desveló por hacer agradable nuestra estancia en la ciudad.

Otro motivo de satisfacción era la posibilidad que nos daba el Pros de comunicarnos diariamente con nuestras familias y amigos, gracias al teléfono satelital Iridium Go, contratado antes de partir de Sevilla. Todos los días, sin faltar, enviamos afectuosos y escuetos saludos, informando también del devenir de nuestra vida a bordo.

Las pequeñas golondrinas marinas, que nos acompañaban estos días atrás, dejaron ya de volar a nuestro alrededor. Y la última embarcación con la que nos cruzamos, un descomunal carguero, fue visto hace ya varios días. Estamos solos en un mar infinito y en medio de la nada. La paz es absoluta, sólo el viento y el sonido de la embarcación abriéndose en el mar la enturbian.

Lástima que un inoportuno incidente ensombreciera ese día tan agradable y tranquilo: la avería del inodoro del servicio de proa. Importante, por ser el único de los cuatro que posee el Pros, que funciona con agua marina, facilitando así el consiguiente ahorro del agua potable de los tanques, agua tan preciada en esta travesía. Con mucho cuidado y pulcritud extrema, se intentó su reparación, algo que de momento no ha sido posible. Pepe informó a la Oficina de Tierra sobre la más que probable necesidad de localizar su repuesto.

Por la noche, una luna en cuarto creciente, bastante llena, nos permite navegar con visibilidad, haciendo innecesaria la habitual vigilancia del radar. Igualmente, si hasta ahora el cielo estaba cubierto de nubes que impedían la observación del firmamento, desde ayer sábado está despejado para satisfacción de la tripulación, que disfruta contemplando constelaciones, estrellas y todo tipo de cuerpos celestes: el cinturón de Orión, la Cruz del Sur, Venus, Saturno, Júpiter, … y la siempre espectacular Vía Láctea.

Estamos solos en un inmenso mar bajo un manto de estrellas infinito, mecidos por las olas en una noche tranquila. No se le puede pedir más a la vida.

Océano Pacífico, 01º047’00N 109º100´00W.

Arantza Galarza