Buenos días:

Ayer al mediodía, una tormenta de paso de frente con intensa lluvia y rachas de hasta 40 nudos, rifó la trinqueta dejándola inservible. Al atardecer, como estaba previsto, saltó un fuerte viento del Suroeste, que se mantuvo toda la noche con velocidad entre los 30 y 35 nudos formando una mar gruesa, que dificultaba la navegación. Esta mañana tenemos que el viento ha caído a los 20-25 nudos, pero con rachas hasta 28n, y la mar se mantiene entre gruesa y fuerte marejada por zonas.

Nos encontramos a 90 millas al NE de cabo Punta del Este, lo que hace que el avance hacia ese punto sea muy lento. La previsión es que mejore, pero mientras el viento no amaine y la mar no se planche un poco, es evidente que no vamos a poder estar en Piriápolis el viernes por la mañana. De momento, mientras no se estabilice la situación, navegamos (nos aguantamos) con un rizo en la mesana y motor. En cuanto vea que pasan los vientos racheados fuertes, daré un tercio del génova.

Le mandaré a la secretaría de la embajada de Uruguay, ampliación de mi mensaje de ayer, informándole de la imposibilidad de llegar en la fecha prevista como ayer le había anunciado, del cual os mando como destinatarios de copia.

A bordo, todo bien. Motor y generador dos valientes. La tripu, con buen ánimo y paciencia ante este imprevisto, pero contentos por la experiencia que están viviendo, que no resta del cansancio que vamos acumulando de tanto bote, golpe y meneo duro. Se animan con el irónico “¡qué bonito es ser marino!” o con el más paciente “¡la mar es así!”.
Saludos.
Francisco Ruiz