2021/12/14
Hoy era un día especial para Juan Carlos y Pepo. Antes de partir hacia Papeete, Tahití, habían contratado a las 12:00 una inmersión de buceo con un francés que hablaba muy bien castellano. Ésta se realizaría en la entrada al atolón, Garuae, en una zona de confluencia de las aguas del mar interior del atolón y del exterior, del Pacífico. Aguas revueltas donde abunda la fauna marina.
Los demás preparamos el Pros para partir y subimos el dingui a bordo, no sin haber dado antes un último paseo por la zona habitada del atolón de Fakarava, Rotoava, al NW, y un pequeño buceo con snorkle desde una playita cercana al fondeo del Pros, en unas aguas cristalinas y llenas de vida. El lugar poseía un arbolado con cocoteros que protegía de los calores del mediodía. Una maravilla!.
A las 16:00, Juan Carlos y Pepo regresaron de su inmersión, contándonos, mientras subíamos el ancla, sus impresiones, detallando las magníficas mantas-rayas, tiburones que habían visto. Estaban encantadísimos. Habían tenido la mejor inmersión de su vida.
Poco a poco salimos a motor del atolón, aprovechando la estoa de la bajante de la marea, como nos habían recomendado, y vigilando de no tocar las cabezas de coral que no aparecen señaladas en el GPS . Ya fuera del atolón izamos las velas, poniendo rumbo Noroeste a Tahití, 16°30’S, con la intención de alejarnos de las encalmada situadas más al Sur. La distancia a recorrer serán 235 millas.
Disfrutamos de nuestro penúltimo atardecer en el Pacífico, lleno de color, y de una navegación tranquila con suaves vientos, 10 nudos, y velocidad de buque, 5 nudos.
Al día siguiente, 10 de diciembre, la nota fue la misma, hasta la media tarde que hubo que arrancar el motor por falta de viento.
Celebramos nuestro último día de navegación con un suculento rosbif adquirido en Guayaquil, acompañado por una col cocida y unas pimientos del piquillo salteados en la plancha, preparado por nuestro cocinero, Chemi. Todo ello regado por un rico vino tinto chileno.
En la madrugada del sábado 11 de diciembre, avistamos el perfil del relieve de la isla de Tahití. Nos embargo una gran emoción. Por fin alcanzábamos el objetivo de la 7 Etapa “ Tras la Estela de Elcano”.
Quedaron atrás muchas horas de preparación y puesta a punto del Pros en Perú, visita a Ecuador, y largos días de navegación conociendo unos archipiélagos idílicos, Galápagos, Marquesas y los atolones de Tuomotu. Total 5.500 millas en 4 meses y medio.
Nuestro sueño se había cumplido
Fin de la 7 etapa.
Arantza Galarza. Fakarava-Tahiti