2021/11/1
Sábado 13 de Noviembre
El amanecer ya anuncia un día distinto. La aurora se ha presentado con sus galas malvas. El sol, habitualmente perezoso, que no se levantaba hasta pasado el mediodía, calienta nuestras nucas desde las 8:30h y el mar se muestra con un espectacular “azul Nivea”. Ni una nube vela el horizonte, y Neptuno y Eolo se nos muestran propicios. La ola de costado ha remitido y el viento impulsa nuestras velas a unos convenientes 15 nudos sin ninguna exigencia. Parece que vamos a tener nuestro primer día de toalla y bronceador.
No va a ser así. El capitán Solá, cual capitán Blyth en la Bounty, no es partidario del solaz de su tripulación y ordena un zafarrancho de limpieza amparado en la “brigada Galarza”. Algo de razón tiene: nuestra impresentable cuota de género ha propiciado suelos deslizantes, baños odoríferos y demás secuelas habituales en la dejadez viril. El nivel de exigencia será alto y llega a las sevicias, deberemos restregar las suelas de nuestro calzado. Algunos exaltados llegarán hasta a realizar su primera colada. Si nuestro capitán sigue en esta senda de exigencia, cuando la tripulación otee las playas polinesias y se obnubile con su promesa de delicias, el motín estará servido.
Posiblemente atraídos por las excelencias de la cocina de Josemi, han empezado a aparecer pequeños calamares en cubierta. Dos de ellos, más osados, se han colado por las escotillas de un baño y de la cocina. Tendrán el destino que han buscado. Pasan al congelador y cuando el copo sea suficiente maridarán con el arroz.
Cuando agotados nos refugiamos en una merecida siesta, pica un inoportuno dorado. Más torpes que hace tres días, poco coordinados, o más fuerte el bicho, se zafa en el momento del izado pasando a iniciar la segura nómina de fracasos. Por lo demás la tarde trascurre calma, el viento ha amainado y el día se escapa en una espectacular “puesta de sol”. Algunos, varios, creemos haber percibido el fogonazo del mítico “rayo verde”.
Son las 20:00h, nuestra posición es Lat. O1º 16’ N, Lon. 105º 52’ O. Nuestro rumbo es 278º en demanda de alcanzar Lat. 03º y orzar suavemente hacia el sur para arrumbar a Marquesas. El viento se mantiene en los 12/14 nudos y somos apoyados por la corriente subecuatorial que contribuye con su flujo a 2,5/3 nudos. Ello nos permite navegar con viento por la aleta de babor a 8,5 nudos. Hemos perdido algo de nuestro impulso, pero en las ultimas 58 horas hemos recorrido unas impresionantes 550 millas.
Eduardo Boix