2021/11/1
Jueves 11 de noviembre
3:45 a.m. Una ligera algarabía en cubierta donde Pepe, Arantza y Chemi hacen guardia denota que hemos cruzado la mítica línea del ecuador de sur a norte, lo que viene siendo un motivo de alboroto dado la gran cantidad de leyendas y significados diversos que en el mundo marinero se le achacan al hecho. Aseguran haber estado atentos, pero no la han visto.!!!!!
El amanecer vuelve a ser como de costumbre, gris plomizo, adornado en el día de hoy con una ligera lluvia. La navegación nocturna ha sido espectacular debido a un viento constante de aleta que junto con la corriente y las olas a favor nos han hecho cabalgar por la superficie a una media de 10 nudos con puntas de 12 y 13 nudos. La sensación atemporal de la navegación hace que haya que pararse a pensar unos instantes para situarse en el calendario …”hoy es…..ahhhh, sí,…. Jueves …” En fin, maravillas del mar
El desayuno en tertulia con los que no descansan después de la guardia nocturna es ameno y sirve para organizar las labores del día. Revisar la jarcia firme y de labor y limpieza de cubierta son las labores del día. Pepo insiste en poner la caña de pescar a pesar de la alta velocidad, animado sin duda por el éxito del día anterior.
Y así pasa la mañana y llega la hora de comer. El dorado o “maji maji” (como lo denominan por aquí), cocinado al horno sobre cama de patatas y verduras entre Arantza y Chemi nos sorprende por su exquisitez. Ni en un restaurante de alto copete.
Tras una agradable sobremesa, y el fregoteo correspondiente, va pasando la tarde. Un contacto visto en el AIS del equipo rompe la monótona vigilancia de los equipos electrónicos. Un velero nos cruzara la estela a unas 11 millas por la popa, considerado casi un acontecimiento dado la escasez de avistamientos.
El Pros continua raudo sobre las olas, animado por el creciente viento, lo que nos hace coger un rizo en la mayor y otro en el génova, ante la predicción de rachas de hasta 25 nudos durante la noche. El equipo, tras un rápido análisis de la maniobra, realiza ésta con soltura lo que nos permitirá pasar la noche con tranquilidad.
Por fin llega la cena y cada cual se afana y prepara su estrategia de descanso en función de su turno de guardia. Otra increíble jornada a bordo del Pros adentrándonos en la profundidad del “lago español”.
Juan Carlos Gisbert