11 de diciembre de 2019

adminNoticias desde el PROS

11 de diciembre 2019

10º11,33’S    35º30,51’W.        18:00 UTC

El Pros navega de nuevo, al 210º rumbo a Río, tras reposar tres relajados días en el Cabanga Iate Clube de Pernambuco.
El Cabanga Iate Clube es una marina estupenda, con unas impecables instalaciones, muy cómodas y aseadas, y donde nos hemos sentido cálidamente acogidos y muy bien tratados por sus gestores y por el resto del personal. Sin embargo, adolece de una tremenda inoperatividad desde el punto de vista de los servicios náuticos. Tras tres días de estancia, salimos con los mismos problemas con los que entramos: pajarín, piloto y congelador. Ni siquiera este último, cuya avería parecería la más sencilla de resolver, ha podido ser reparada. La visita del supuesto frigorista tuvo mas visos de comicidad que de efectividad. Un buen cargamento de hielo nos ayuda ahora a soportar estas temperaturas con esa carencia. Poco a poco nos vamos pareciendo más a la expedición original de Magallanes.
Ese sentimiento de desatención técnica ha sido sin embargo largamente compensada con la amabilidad de su personal, pero sobre todo con la hiperactividad e infinita capacidad de gestión de nuestra asociada Dulce, continuamente dispuesta a resolver el más mínimo contratiempo que pudiera aparecer. En efecto, Dulce no solo nos dió la agradable sorpresa de recibirnos en Recife, ayudarnos en el atraque y traernos un buen recuerdo de la tierra en forma de jamón serrano y un estupendo rioja, sino que durante estos tres días ha estado constantemente a completa disposición de la tripulación del Pros, ya fuera para ejercer de taxista como para solucionar cualquier asunto o demanda que un miembro de la tripulación pudiera tener.
Y no sólo eso, sino que además ejerció de estupenda cicerone en la vista turística que realizamos a la cercana localidad de Olinda, población llena de contrastes, Patrimonio Mundial de la Unesco y con un ambiente carnavalesco impensable cuando todavía faltan más de dos meses para su fiesta grande.
No quiero terminar sin mencionar también la emotiva acogida que recibimos a nuestra llegada a Recife, gracias fundamentalmente al esmero de nuestro patrocinador Unecol y sobre todo a la tenaz gestión de su director en Brasil, Marcelo Ríos. Muchas gracias, Marcelo.
Ahora, tras una noche agitada con vientos de 15 nudos e incómodo oleaje, el Pros se mece en una mar tranquila, sin apenas viento, tras navegar 145 millas en 22 horas. 950 millas más allá, Río.
Fin
Pepe Solá