2021/03/06
La organización de los espacios descubiertos y conquistados para la corona, permitió trasladar a ellos la idiosincrasia, las instituciones concebidas en España y no poca sustancia del derecho y la cultura españolas. De las decisiones tomadas – no todas de una vez, desde luego– se ha seguido la configuración actual de buena parte de los países que nacieron de la America española. Pronto, desde el segundo tercio del siglo XVI, surgieron dos divisiones territoriales básicas: el virreinato de la Nueva España, creado en 1535 y el virreinato del Perú, constituido en 1543. El primero, con su capital en la Ciudad de México, comprendía los actuales territorios del sur de los EE.UU, México, Centroamérica, salvo Panamá, las Antillas y , con bastante imprecisión, el territorio de Venezuela.
El segundo, abarcaba las regiones andinas Suramericanas más Panamá, por el Norte y el Río de la Plata, en el Sur. Mucho más adelante, ya entrados en el siglo XVIII, se constituirían otros virreinatos: los de Nueva Granada (1739), con capital en Santa Fé de Bogotá y el del Río de la Plata (1776), por desgajamiento del Perú.
En la entrega de hoy, el historiador Pedro A. Vives analiza la institucionalización de la America española, con atencion a los cargos, prebendas y oficios creados, los mecanismos de jerarquización establecidos, el papel del derecho y la administración de justicia, la hacienda y los impuestos, así como los modos de ejercicio de la autoridad.