5 de diciembre de 2019

04º14,503’S   032º36,871’W

Amanecemos a las 05:30 (hora local) a bordo del Pros: Pepe Solá y la banda Transoceanic Sea Boy en la bahía de Santo António de Fernando de Noronha.

Las crías de delfín efectúan sus prácticas acrobáticas en gran cantidad a escasos metros de nuestra embarcación, aflorando a la superficie ese efecto entrañable y placentero que te dan estas criaturas.

Decidimos aventurarnos al descubrimiento de la isla y pasar el día entre el mar y la tierra. Nativos-as a estribor en pequeña embarcación y con gran gentileza y belleza. Ante nuestra demanda, si es posible desembarcarnos a puerto, nos responden con un sí.

Nos provocó realmente zozobra que únicamente se quedara a la guarda de nuestra embarcación nuestro capitán Pepe. Pero es que no os imagináis la determinación que tiene cuando toma una decisión. Y la tomó: Iros todos.

Debo decirlo: el trato y predisposición a agradarnos, sin pretensiones pecuniarias de los nativos, es como era en Occidente hace algunos años que yo todavía recuerdo.

Por fin disfrutamos de la playa, la Praia da Conceicao en el término de Vila dos Remédios, seguido de una comida de pescaditos y marisquillo, aderezada con deliciosas caipiriñas.

Colores del paisaje: dorado, arena; azul turquesa, mar; azul cielo, cielo.

Ambiente surfero, jóvenes desinhibidos-as, que personalmente me producen sana añoranza de otros tiempos.

De regreso al Pros, el pesquero que se ofreció a llevarnos efectúa una espectacular entrada con su embarcación surfeando sobre la ola, en un espacio mínimo y con una pericia jamás vista. Olé.

Salud y hasta nuevos vientos.

José Ramo Conejos.