4 de marzo de 2020
Llegada a Algarrobo. ¿Verdad que el nombre no prometía mucho?. Pues una muestra más de que uno no debe prejuzgar. Es un sitio mágico.
La ubicación del Pros se halla frente a un peñón que es reserva natural. Está cubierto de todo tipo de aves, pelícanos, gaviotas, pensamos que algún alcatraz y unos diminutos pingüinos (pingüinos de Humboldt, les dicen), mucho más tímidos, pero que al final han aceptado que los inmortalizáramos con nuestras cámaras.
La llegada nos ha deparado el recibimiento de las chicas de Fernando:
mujer, hija y hermana, que se han ligado a los tripulantes de una zodiak. No me extraña, porque las tres son a cual más maja.
En el puerto, a nuestra llegada, nos hemos encontrado a “nuestro” almirante Zanelli, que nos espera para recibirnos con voces de júbilo.
Todos le llevaremos siempre en el corazón. Pipo es encantador hasta……y, desde luego, no puede negar su sangre gaditana. Como diríamos en mi tierra : conocerte es quererte.
Luego, una magnífica cena, invitación del capi, para celebrar alegrías personales y logros colectivos
Un estupendo paseo de vuelta a casa. El barco lo es.
Un ejército de pájaros nos esperaban de guardia. Impresionaban.
Por la mañana Juanma y yo, cámara en ristre, no sabíamos a qué lado mirar. Nos han obsequiado con vuelos, peleas, chapoteos, y otras habilidades propias de su género. Parecía que rivalizaban en lucirse ante el respetable público.
Comprenderéis que dejo esta etapa con morriña, con ganas de repetir y tirando los tejos a mi tripu para que la compartan.
Aunque seguro que los echaré de menos a todos y cada uno de ellos. (Alberto, desde que desembarcó, ha estado continuamente mencionado por todos.)
La aventura que ha emprendido Agnyee siempre será especial.
Friqui.