Nuestra historia. El anarquismo (72)

adminActividades, NOTICIAS DE AGNYEE, Novedades

2022/10/03

Hoy abordamos un tema nuevo que será muy relevante en la historia general y en la propia historia española, tanto de finales del siglo XIX como en las cuatro primeras décadas del siglo XX. Nos referimos al anarquismo cuyos origines y principales representantes se abordan en esta entrada, al igual que sus complejas y enfrentadas relaciones con el socialismo de origen marxista desde el nacimiento de la I Internacional obrera. Como es sabido, la articulación asociativa del movimiento obrero en España se produjo en primer lugar bajo la influencia de las ideas anarquistas, predominantes en la I Asociación Internacional de Trabajadores  (1864-1876)). Y  sus organizaciones nacionales resultaron hegemónicas frente a las surgidas al amparo de las ideas socialistas difundidas por Pablo Iglesias, de mucha más lenta implantación y desarrollo

Partiendo de los antecedentes históricos, Javier Paniagua, Profesor de Historia Social de la Uned, realiza un extenso recorrido por los pensadores y activistas que pueden adscribirse a la corriente que conocemos como anarquismo. Sin duda, no se trata de un pensamiento filosófico y social sin contradicciones y sus partidarios se adscriben a muy diversas corrientes:  desde las que ponen el énfasis en una revolución salvadora, destructora del estado, de la propiedad y  de otras instituciones tachadas de opresoras de la libertad, hasta los que proponen tácticas organizativas y soluciones  reformistas, dirigidas a mejorar la vida de los trabajadores y a hacer realizable el ideal de la felicidad. Esto permite un repaso a las ideas de W. Godwin (1756-1836), Filippo Buonarotti (1761-1837), Charles Fourier (1772-1837), Max Stimer (1806-1856), Pierre Proudhon (1809-1864) y, de modo singular, Mikhail Bakunin (1814-1876), verdadero artífice dela expansión del anarquismo organizado. Como ya hemos mencionado sus ideas y las de Marx, que convivieron por algún tiempo en el seno de la I Internacional, estaban llamadas a chocar de modo abrupto, lo que se tradujo en la expulsión de Bakunin y sus seguidores de aquella primera organización internacional obrera y su posterior desaparición. Resultado de estas diferencias es también la dual evolución del movimiento obrero en España entre los grupos seguidores de la tradición anarquista y la socialista. En efecto,  tras la llegada a España del anarquista italiano Giusseppe Fanelli, los primeros formarían la Federación de Trabajadores de la Region Española (FTRE) en 1881, mucho después (1910) transformada en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) , en tanto que los segundos, bajo el impulso inicial de Paul Lafargue, yerno de Karl Marx y luego de Pablo Iglesias, darían lugar al  PSOE y a la Union General de Trabajadores (UGT).

Tras la muerte de Bakinin, el movimiento libertario adquiere nuevos caracteres, con frecuencia herederos de la vieja tradición insurreccional. El Congreso internacional Anarquista celebrado en   Londres con la asistencia de Malatesta y Kropotkin, marcó el camino: la propaganda por la acción como vía para lograr el cambio revolucionario. En los años posteriores el anarquismo aparecería asociado al terrorismo por su relación con diversos atentados, no siempre del mismo origen,  que afectaron a muchos países. Desde el asesinato del zar  Alejandro II en 1881 a la explosión en el café Terminus de la Gare Saint Lazare de Paris (1894), al asesinato de Carnot (1894), Presidente de la República francesa, del Presidente de EE.UU Mc Kinley (1901), del rey de Italia Humberto I (1900) o, entre nosotros, del presidente del Consejo de Ministros Antonio Cánovas del Castillo (1897), por señalar algunos de los más notorios.

La contribución del príncipe Kropotkin a la evolución del anarquismo fue también notable, a la par que su comunismo libertario se teñía de reformismo con el paso del tiempo, haciendo posible también la convergencia del movimiento con las nuevas tendencias hacia el anarcosindicalismo, derivadas de los cambios sociales en buena parte de los países europeos. Pero esto nos sitúa ya en las primeras décadas del siglo XX y en la influencia del anarquismo en los vaivenes sociales de Europa y de España en esos años, ya no tan lejanos. En este caso los protagonistas españoles del movimiento resultan ya más conocidos.

El texto que ofrecemos desarrolla con detalle esta evolución conceptual y describe en su ultima parte la evolución del anarquismo en España desde sus primeros momentos fundacionales hasta la Segunda República y la guerra civil.

El anarquismo