Noticias desde el Pros, día 1 de abril

Emma OlazabalActividades, Noticias desde el PROS, Novedades

Esta crónica tendría que haber salido antes que la de Diego Fernández que salió ayer.  Rogamos disculpas a todos nuestros lectores.

Día 2 de abril

Los días se suceden con alternativas enloquecidas de fuertes chubascos y totales encalmadas.

Nada de Pacifico, tendríamos que rebautizarle. Bipolar.

El pobre Pros lleva sufriendo lo suyo, con estos continuos cambios de criterio.

Esta tarde la rutina se ha roto con el avistamiento de una patrullera de Tonga.

Ha aparecido casi sorpresivamente. El AIS no la había detectado, estaba a babor navegando a dirección contraria a la nuestra, luego a popa, a estribor para cortarnos más tarde la proa … Después de la vuelta al ruedo, ya situada definitivamente a estribor, nos ha preguntado por radio número de tripulantes y país de procedencia.

“Ocho y de España”

Tras tomarse el tiempo necesario para situar a nuestro país en el mapa, nos han preguntado si necesitábamos víveres y como andábamos de salud. Estoy convencida de que se referían a la mental.

Nuestro barco lucía su glamuroso aspecto habitual. Ropa de todos los colores cubriendo hasta el último centímetro de los guardamancebos de las dos bandas.

Hay que aclarar que, así que aparece la mínima posibilidad de que algo pierda humedad, se desata una lucha despiadada por las pinzas de colgar. Lucha infructuosa porque ya, casi seca, se desata una vez más el importuno chubasco … En estos trajines hemos perdido hasta un colchón. En mitad de una encalmada total, indicador a 0,4 nudos, fue el único que logro portar algo de viento aquella tarde … Y mira que estaba bien lastrado con la carga de agua que llevaba incorporado.

Agradeciéndoles que nos facilitaran los puntos óptimos para cruzar Tonga y desestimando hacerles nuestra habitual negociación: Se cambia aceite por ron.

Ya anochecidos, un continuado pitido nos ha avisado de riesgo de Tsunami, desmentido al poco rato.

Pero a pesar de todo ello, la moral del grupo sigue incólume al desaliento.

Juro que, por increíble que pueda parecer, estoy disfrutando extraordinariamente esta aventura.

Africa Herrera